La última vez que trabajaron nuestros ínclitos consejeros, hace dos semanas, CGT-RTVA los visitó con la intención de intercambiar impresiones sobre sus sueldos, sus responsabilidades en la gestión del ente público, la duplicidad de órganos y las políticas extractivas de los partidos políticos… No fueron muy receptivos y salvo José Luis Rodríguez, consejero del grupo popular que confundió churras con merinas y quiso hablar de las facturas de la UGT, poco más pudimos arrancar de allí. “No habéis pedido una cita”, dijo el presidente del Consejo, el señor Moratalla. Pero sí arrancamos el compromiso de volver a vernos ayer.

Ayer acudimos a la cita con la intención de cumplir el compromiso y plantearle al Consejo nuestras reivindicaciones. Sucedió que Moratalla no estaba, el resto cambió de opinión y no quisieron escucharnos. Tras esperar dos semanas, nos vuelven a “invitar” a pedir por escrito una cita, y que ya nos contestarán. Manifestando claramente que no nos recibirán durante su raquítico calendario de sesiones ordinarias.

La principal idea que queríamos trasladar a sus señorías es que siendo ellos los responsables de la gestión presupuestaria, de la que deben emitir su parecer, cómo ha sido posible llegar a la situación que actualmente vivimos (que falta dinero vaya). También queríamos debatir que siendo ellos los responsables de la catástrofe, según la Ley de Creación de RTVA, cómo es posible que dirijan la mirada hacia nosotros, los trabajadores, para volver a meternos la mano en el bolsillo.

Qué facilidad para pasar desapercibidos. Sabíais que el propio consejo de administración es el que aprueba su sueldo que a la vez propone el presidente del propio Consejo… ¡Qué chollo! ¿no?

En fin, hemos ido a decirles un par de cosas importantes. La primera que desde nuestra sección sindical no se va a pedir ningún esfuerzo más a los trabajadores. Aunque estamos dispuestos a dejarles que prediquen con el ejemplo y empiecen reduciendo el número de consejeros y sus retribuciones. Por ejemplo a uno por grupo con el voto ponderado.

Segundo, que además, ya que son responsables de la gestión, de los presupuestos, de la plantilla y de las retribuciones…  que exijan la revisión inmediata de todos los pluses (alrededor de 4 millones de euros anuales; más de la cantidad que quieren que nos recortemos).

Tercero, que exijan que la producción sea propia de verdad. Si, según la RTVA y el propio Consejo que lo ratifica, hacemos el 90 por ciento de la producción nosotros y la nómina se lleva 81 millones, ¿a dónde van a parar los otros 80 millones de euros?

Y la última pata o puntal de esta inestable RTVA de futuro incierto está en los directivos. No es necesario que los reduzcáis, es necesario que los renovéis uno por uno. Están más repetidos y vistos que la propia parrilla. Las mismas caras; las mismas voces y la misma nefasta gestión.