Aunque utilice en este comunicado las siglas de la CGT, el sindicato al que me enorgullezco de pertenecer, quiero escribir en primera persona. El jueves día 5 de noviembre fue un día duro y emocionante. Los nervios por la concentración no me dejaban dormir y encima se esperaba tormenta. Luego salió el sol, llegaron los compañeros de la Federación de Sevilla con sus altavoces y sus pancartas; comenzaron a bajar compañeros de la tele, también el Intercentros, al que agradezco públicamente su apoyo, y los nervios se fueron disipando dando paso a la emoción. 

Agradezco de corazón el apoyo de todos. Los que me habéis acompañado en la concentración y los que habéis estado presente sin poder venir. Os aseguro que os he sentido igual de cerca por vuestros mensajes de apoyo. Tendría que nombraros a muchos de los que habéis estado a mi lado desde que me comunicaron el expediente disciplinario el pasado 14 de octubre (demasiados días ya, se nota que ellos no lo sufren). Nombraría a Paka, a Prado, a José Manuel, también a Alberto y a Marisa por la recogida de firmas, a muchos pero especialmente tengo que agradecerle públicamente su apoyo a Aurora Gilabert. Ha sido incombustible, con todo su rollo yoga y su serenidad pero es auténtica dinamita. ¡Gracias Aurora!

Y ya está porque esto es la CGT y aquí se viene llorado de casa. La concentración fue el día de la acción sindical pero hoy toca seguir trabajando desde la reflexión y la serenidad, siguiendo el sabio consejo de otro compañero que también estuvo presente en la concentración. El problema no es mi expediente, ni soy yo. Es un problema estructural, sistémico. Las delegadas de CGT se han reunido con el director general. Una cosa les quedó clara. Juan de Dios Mellado sabe perfectamente que no ocurrió nada en la redacción que justifique mi expediente disciplinario. No querer hacer un directo, si tienes un mal día, ha llegado a ser algo cotidiano en la redacción de televisión. Eso lo sabemos todos, también Mellado y el instructor de expediente (Sebastián Uribe o Enrique Díaz). ¿Entonces qué está pasando? ¿Qué se pretende castigar? Acaso quieren un chivo expiatorio para dar ejemplo. ¿Es un aviso a navegantes? A nadie se le escapa que el expediente parte de Zancajo y sus acólitos pero ¿Toda la cadena, todo el sistema se pliega a semejante atropello y no pasa nada? No están yendo contra mí, solo soy un trabajador más, están profanando las reglas del juego de forma torticera y eso es muy peligroso porque así cualquiera (como ya hemos visto también en Madrid) puede ser expedientado.

Los políticos, ahora la derecha, vuelven a hacer de su capa un sayo con la RTVA. Y los vientos que corren no son buenos. Solo hay que echar un vistazo a la Carta de Servicio Público de la RTVA para ver que cada vez nos aprietan más. Garantizan únicamente los sueldos y poco más, ya lo ha dicho el Intercentros. Así, sin inversión, es difícil cumplir con el servicio público que debemos brindar a los andaluces. En el que por otro lado ellos, la mayoría de los políticos, no creen. 

Luego está el nivel de manipulación que estamos viviendo. No lo digo yo ni la CGT, lo dice la propia administración, el Consejo Audiovisual Andaluz. Si un órgano competente como este, por ejemplo en materia sanitaria, elaborara un informe tan contundente sobre la gestión de un hospital público, ¿No rodarían cabezas…? ¿Por qué aquí no? ¿Cómo se puede permitir que un director general y un Consejo de Administración de una empresa pública no cesen de inmediato a los responsables de este circo? ¿Quién manda aquí? ¿Bonilla?¿Casado? 
Este es uno de los problemas más grave que tenemos: la injerencia política para manipular la información. Cuando estos salgan, nuestra credibilidad estará yerma y será difícil recuperarla. Esa credibilidad que siempre nos han cuestionado, paradójicamente, los que ahora la pervierten y que volverán a cuestionarla sin pudor, cuando vuelvan a la oposición. Es un círculo vicioso que sufrimos los trabajadores de esta casa y la sociedad. Y atentos porque se sigue perpetuando. Cuando terminéis de leer el Contrato Programa, empezad con el nuevo Estatuto Profesional. Ya lo han dicho nuestras compañeras y compañeros del Consejo Profesional. Poco o nada se avanza para tener unas redacciones más libres, menos sujetas a los políticos, en el nuevo Estatuto Profesional. Es fundamental para el libre ejercicio de la profesión que los trabajadores de los servicios informativos tengamos algo que decir en los nombramientos de los directores de informativos. Solo así podremos evitar que los políticos de turno nos cuelen un Zancarrón.

Está claro que la nueva dirección de la cadena ha tirado la toalla con los informativos, parece que no fueran de su competencia, se centra en los programas y entendemos que deben vender entusiasmo en sus redes sociales y en sus publicaciones pero a los profesionales no nos van a engañar. El otro día veíamos un tuit: “Máximo histórico de los provinciales”, un 15 con algo. La media de los provinciales es más baja que en 2018. Ha pasado de un 11,6 % a un 10% en su primera edición pero es que los de la tarde han pasado de 11,4 a un 6,4. Esta información está sacada de la última trimestral con la empresa en el mes de octubre y corresponde al tercer trimestre del año. Hablan del refuerzo de los provinciales pero no es así. La información provincial de quince minutos, si le quitas el Tiempo, los patrocinios, las ráfagas y el Deporte, se queda en ocho exiguos minutos. Ocho minutos para contar la realidad de toda una provincia…

El Noticias 1 ha pasado de una media del 12,2 en 2018 a un 10,9 actual. Pero no es solo la audiencia, es que no se da la información que los andaluces demandan, los problemas de verdad, los de la calle, sobre todo los de las calles de Andalucía no de Madrid. El Noticias 2 se mantiene en un 8,5, prácticamente igual que en 2018, aunque sí que tiene mucha repercusión en las redes sociales porque parece un mal chiste ¿Verdad Agustín Madariaga?

Insisto, la dirección vende entusiasmo, es parte del negocio pero la información hay que contrastarla o simplemente analizarla. El otro día publicábamos “somos la televisión pública más vista en Andalucía”. No mienten, pero todos sabemos cómo son estas cosas. Solo en este trimestre hemos estado por encima de RTVE, la otra única pública que se ve en la comunidad autónoma, y además por solo una décima. La media de Canal Sur en este trimestre es de 7,2 y la de RTVE de 7,1. En el titular parecía otra cosa ¿a qué sí? Os doy yo otro titular: En el ranking de las autonómicas somos la sexta en audiencias, esto vende menos. No discuto que se estén esforzando en Programas y que el panorama está complicado pero no estamos mejor que antes. Ojalá lleguemos a estarlo. 

Emilio Maíllo
Redactor de los SS.II de Canal Sur Televisión
y Delegado Sindical de CGT-RTVA